14 de marzo de 2013

Sobre la cobertura de la renuncia, el cónclave y la elección

No puedo dejar de ver una cobertura informativa con ojos de periodista. Es sumamente interesante. Estos últimos días de cónclave consumí con entusiasmo cuanto encontré.

Sigo opinando que somos las más bajas personas (los periodistas). Me llevé muchas profundas decepciones. Nick Kristof, por ejemplo, me pareció insufrible estos días. Los mexicanos pésimos, salvo la encantadora Valentina Alazraki. Lo poco que vi a López Doriga bien y a Pablo Hiriart me parece que le faltó producción. Hubo un directo de una reportera (bonita, joven y española) que dio pena ajena. No pudo recordar el apellido del cardenal Scherer y básicamente dejó caer la emisión. Me recordó aquél artículo que atribuía la equívocada portada del El País a el despido de experimentados periodistas y la dependencia de jóvenes inexpertos.

Me gustó, por ahí en Internet anda, el video del Catalán -creo- de la agencia 101 contando la campaña de News.va y @pontifex. En cuanto a Internet destaco que el anuncio del nuevo Papa  lo seguí live streaming en youtube/vatican y que el primer sitio donde leí la biografía del Papa fue en .va dirigido de News.va, creo recordar. También vale la pena mencionar que el primer Papa Boy en anunciarme "Fumata Blanca", lo hizo por Whatsaap. La fuente de mis fuentes:Twitter.

Luego más.

12 de marzo de 2013

Mi hijo no miente

 
Mentira. Si tantas temporadas de Dr. House sirven para algo es para dejar claro que TODOS MIENTEN. Esto no excluye a los pequeños.
 
Calro está que hay diferentes tipos de mentiras. Están las mentiras para tener un premio y las mentiras para evitar un castigo. Eso debería de ser facilmente reconocible. Sin embargo, también los niños mienten por otras razones.
 
Niña, menos de dos años: "¿Estás tomando coca-cola?" "No. Es jugo". Claramente una mentira. Y de fondo hay algún adulto a quien le ha visto el comportamiento o que ha sido cómplice en alguna otra mentira.
 
"¿Quién se tiró un pun?" Inmediatamente las acusaciones vuelan de uno a otro. Alguien está mintiendo. Los expertos recomiendan, en casos de Toddlers, no oprmirlos demasiado al pescarlos en la mentira. No distinguen correctamente lo que es verídico de lo que no. Aunque enunciar las consecuencias de la acción que niegan, puede ayudar. Por ejmplo: "El que se tiró un pun, está siendo irrespetuoso con los demás, además de que apesta la habitación".
 
Si nosotros como adultos les mentimos acerca de Santa Clós, los Reyes Magos, Mickey Mouse y el hada de los dientes. Por no mencionar a la mamá que le dice al hijo que "el policía te va a regañar" ¿Por qué esperamos que admitan que el rayón en la pared lo hicieron ellos y no sus amigos imaginarios? En ciertas etapas de fantasía, las mentiras existen como parte natural del desarrollo del niño.
 
Los niños más grandecitos, pueden inclinarse a decir mentiras "prosociales". Entiéndase mentiras "blancas" que pueden evitar castigos o pueden atribuirse logros que no son suyos. También se da el caso del que miente para evitar la presión por algo (i.e. no hay tarea hoy) o que piensan que la mentira va a hacer sentir mejor a alguna persona cuyos sentimientos no quieren lastimar.
 
También es el caso del niño que dice lo que el papá quiere escuchar, aunque no lo haya solicitado. Los niños están siempre atentos a lo que decimos y hacemos. Los comentarios marginales o las actitudes de la familia hacia diversas situaciones son absorbidos por los niños y después pueden aflorar en forma de mentira, pensando que esa es la respuesta que los padres quieren oír. Es la mentira para agradar.
 
Todavía a los 9 años, aunque hay claridad entre lo falso y lo verídico, muchas veces no distinguen los matices. Eso lleva a tener aulas de 4° o 5° de primaria donde algunos todavía creen en los Reyes Magos y otros no. Esta también es la etapa del ocultamiento de la verdad. De las cosas que antes te podía contar con facilidad ahora no cuenta nada, y a veces miente sobre ello.
 
Acrecentar el rango de cosas que son de la intimidad del niño es un proceso normal en su desarrollo. Si el niño te sigue contando todo a los 12 o 13 años, no está madurando apropiadamente. Esto, aunque no es propiamente una mentira, puede ser considerado una ofensa para el padre que recibe, ahora que el niño crece- un trato distinto al que recibía hace unos meses, en donde parece que el niño oculta información.
 
Todo esto viene a cuento porque hay una epidemia de papás que creen que la naturaleza humana no aplica a sus hijos. Que aceptan el mito de la pureza del niño y no la realidad que le rodea. Muchas veces los niños no saben manejar sus emociones y, en el conflicto entre el bien mayor y el bien menor, mienten para no tener que lidiar con el problema. Los niños mienten.
 
Todos, salvo el tuyo. Claro.
 
Y la escuela se queda indefensa en muchas ocasiones. Porque, aunque no haya pruebas, "mi hijo no miente" y el peso de probar la inocencia -que va contra las reglas: se prueba la culpabilidad, no la inocencia- recae sobre una institución que quiere educar y no reprimir. Una institución que educa en libertad no puede convertirse en una procuración de justicia. Pierde el sentido. El contrato es de confianza. Si no la hay, no debe haber servicio.

12 de febrero de 2013

La opinión no gobierna

No puede hacerlo. No se basta a si misma para ejercer autoridad. Es cambiante, inestable, sujeta a los vientos y al azar.

No es lo suficientemente sólida para aceptar culpa o responsabilidad. La opinión también tiene manifestación individual y,  en algunos casos, colectiva. Cuando es de más de uno, está sujeta a sistemas y procesos que no hemos terminado de enteder, como por ejemplo "La espiral de silencio" en la que unos pocos hacen tanto ruido que someten la silente opinión colectiva.

La opinión colectiva carece de identidad, misión, cultura, imagen, reputación, autoridad y relación. Al menos tomando como elementos de definición el pensamiento de, por ejemplo, Alfonso Nieto:

1. Identidad. La identidad refleja las propiedades esenciales, los principios, lo que diferencia de todo lo demás.
2. Misión.  La misión hace explícitos los objetivos, los pone por escrito. Cuando la misión mira a largo plazo se denomina visión.
3. Cultura. Es la identidad participada, hecha “vida”, cultura y no sólo estructura. La cultura es algo que hay que reformar y revitalizar.
4. Imagen. Es reflejo fiel de la identidad, su plasmación en "productos": identidad gráfica, folletos,  vídeos, web, perfiles en redes sociales, etc.
5. Reputación. La identidad, la cultura y la imagen a lo largo del tiempo. Es un bien que hay que proteger y está sometido a desgaste como demuestra la actual preocupación por la reputación “online”.
6. Autoridad. Es la meta de la comunicación. Si tienes prestigio eres referente: se puede confiar en ti. La autoridad aporta capacidad para influir. Pero no hay que olvidar que el prestigio lo dan los demás. Por eso hay que evitar mensajes "triunfalistas" o "autorreferenciales".  
7. Relación. Es el eje de la actividad de comunicación. Se basa en el don, el intercambio y el "regalo". La relación no tiene más objetivo que la relación.


La opinión no es una organización. Es un dato suelto. Por eso no puede gobernar.



28 de noviembre de 2012

Lo primero que tiene que hacer el director

Cuidar al Director. Hoy me decía una mamá que estaba aprendiendo a decir que no. De inmediato volví al recuerdo de las azafatas en los aviones: "en caso de descompresión de la cabina, saltarán las máscaras de oxígeno. Si usted acompaña a un menor o a un discapacitado, primero se pone la másacara usted y luego le ayuda a su acompañante.

Esto es importante. Primero va uno. Es importante para toda la organización que el líder esté descansado, contento y en el esquema general de las cosas: sano. Si no, esto empieza a hacer aguas.

Recuerdo, cuando los jefes eran otros, que me cancelaban cosas casí de un día para otro. Y mi trabajo era arreglar o apechugar con las consecuencias. No entendía cómo podían despreciar los compromisos. Sobre todo porque eran laborales. Había dinero de por medio.

Ahora entiendo. Lo primero es lo primero y hay días en que, sin importar la paga, más vale decir que no y descansar que decir que sí y estresar a toda la organización.

Como dijo Fito: "Hoy me quedo en casa, lo de afuera no me interesa, ya saldré a dar una vuelta otro día que no llueva".

9 de noviembre de 2012

Fortaleza y debilidad

Será que la fortaleza y la debilidad de uno siempre es lo mismo: ¿cuando joven, la juventud; cuando viejo, la vejez?

Miedo

No se puede trabajar con él. No se puede soñar con él. No deja pensar con claridad, no permite disfrutar la vida. Paraliza, envenena, impide.

El otro día, oí una discusión en la que uno de los dos dijo lo siguiente: "¿cuánto de lo que hay es por la Providencia Divina y  cuánto es a pesar de ti" No es del todo un insulto, pero si lo fuera, sería delicioso. El rival no entendió y pasó a argumentar cualquier otra cosa.

Días después, lo comenté con el que originalmente lo preguntó. ¿Y si te preguntara lo mismo a ti?, consideré. "Fácil", dijo. " Todo es por la Divina Providenica, que me envió a mí".

No tiene miedo.

Sin título