4 de abril de 2021

Defensas bajas y multiplicaciones largas

A un año de pandemia ya, me parece importante escribir que el cansancio es un factor importante en el comportamiento. Cuando menos el propio.

La cantidad de incertidumbre que lo sigue inundando todo, durante tanto tiempo, gasta las defensas con las que podemos sostener la ira, el enojo, el encono, el malestar general, la paranoia y la animadversión decidida, a una prudente distancia.

Cuesta ser optimista. Cuesta más pensar con claridad. Cuesta comunicar asertivamente. Cuesta estar en paz.

Pienso que la solución sigue estando en el orden, en el uso del tiempo, en pasos pequeños y medibles. Al final, muchas de las cosas me las explicó mi papá cuando yo era chico: decía que las multiplicaciones largas (las cosas complicadas), se resuelven un dígito a la vez.

Por ahí.


1 de mayo de 2018

El contrincante no es el enemigo


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El día después del debate, llevando a mis hijas a su clase de dibujo con la abuela, me dijo una de ellas que las amigas de su hermana decían que quien iba a ganando la presidencia (sic) quería hacernos pobres a todos. Les expliqué qué son unas elecciones y que tendrán lugar hasta el 1 de julio, les dije que cada persona mayor de 18 tenía un voto y que con él decidían quién iba a gobernar el país.

No tardó la pregunta: ¿por qué nosotras no votamos? También les expliqué que porque era una responsabilidad muy grande y es necesario tener un carácter adecuado para votar y que es más bien impropio de la infancia. Además, recurrí con algo de vergüenza al argumento de la posible manipulación de los niños por parte de los adultos.

En la conversación salió a la luz el asunto de las encuestas y el debate. Y todo esto les explicaba, intentando pintar el panorama de la democracia como un ideal. Me interrumpieron e insistieron con el candidato que según sus amigas (o los papás de sus amigas, seguro) nos quiere hacer pobres a todos.

Es difícil con niños. Les dije que yo no estaba de acuerdo con sus ideas. Que a mí no me gusta ese candidato y les traté de explicar por qué. Ni tardas ni perezosas se pusieron entonces en modo contrincante. Como si de los Tigres y de los Rayados se tratara. Entonces si él es el malo ¿quién es el bueno papá? Pude vislumbrar el paso siguiente de su argumento: los que votan por el otro son malos.

No lo dejé pasar. Ahí se pinta la raya de la diferencia política. Los que votan por el que no me gusta no son malos. Incluso, les dije, hay miembros de tu familia que están de acuerdo con él. No los hace malos. Ellos piensan que es lo mejor, yo no. A mí no me gusta, pero ante mis hijos, defiendo el derecho a votar por quién sea. Aunque, en la conversación política entre adultos, me exaspere con lo que considero un evidente desenfoque con los derechos del individuo, de la familia y de la propiedad privada, por mencionar sólo algunos.

Con todo el ejercicio educativo del viaje hacia la clase de dibujo me queda claro que este es el punto que espero haberle transmitido a mis hijas: tener diferencias de opinión no convierte al otro en el malo. La historia nos enseña el peligro de la polarización encolerizada cuando llega a tribalismo: muerte, fratricidio y destrucción. El otro no es malo. El contrincante no es el enemigo.

No se le puede dar la mano a nadie con el puño. Tiene que estar abierta para el encuentro. Y en el fondo temo que si el contrincante gana, no piense lo mismo de los que pensamos diferente, y se repita lo que nos ha enseñado la historia. Con nosotros como protagonistas del desastre.

30 de enero de 2018

Sabiduría



Hoy me decía que se ha dejado de medicar. No más paz en pastilla.  Se es como se es y punto. Se le han olvidado un día y se sintió más lúcido, con bríos. Ha hecho resonar el motor del coche y el velocímetro ha respondido. Bien por él, ¿no?

Comparto la necesidad de ser como se es, en ese estado entre natural y salvaje que nos ha puesto donde estamos. Y entiendo la dificultad de ser prudente con la velocidad del coche. La tentación de llevarlo al máximo, vivir a tope.


Sin embargo, pienso que la sabiduría es una cosa complicada que reside en saber manejar a la velocidad adecuada. Frenar cuando es debido, porque conviene. Respetar el flujo. Ser como se es, considerando tu lugar entre los demás.


Me trae a la cabeza el asunto de las manadas de cebras y el león. Leía hace poco que no es al más débil precisamente al que el león come. Se come al que se distingue de los demás (por una característica física concreta),  porque puede enfocarse en él como una cosa distinta a la manada.


Sabiduría es una cosa complicada.




24 de enero de 2018

¿Esto es lo que quieres hacer con tu vida?



Me cuenta una, con mucha determinación, cómo avanza con sus proyectos profesionales y observo una gran inversión de energía en su trabajo. Es una profesionista exitosa.
Alcanzo a comentarle dos cosas claras. La primera, que el presente con sus circunstancias es invaluable. Que dentro de 10 años va a necesitar cosechar cosas que hay que empezar a sembrar ahora. Que si no siembras variado, te limitas a sobrevivir de una sola cosa, con el riesgo de que la cosecha no se dé.
La segunda, que hay mucha más vida fuera del trabajo. Preguntaba si eso es lo que realmente quería hacer con su vida. 
La respuesta no es simple, pero involucra aprovechar la oportunidad que nos da el presente para negociar con el futuro.

23 de enero de 2018

La solución que no soluciona

Hoy me cuenta uno que todo depende de que Fulano acepte la propuesta. Y si él no, entonces Mengano. Poco a poco fuimos avanzando hacia concluir que si la solución al problema propio no es el propio individuo, estamos fritos.

Cuesta. Es difícil. Sin embargo, La Solución, suele ser la que implica mayor sacrificio, mayor esfuerzo y, por tanto, mayor crecimiento.

La solución que está fuera de uno, esconde la responsabilidad del fracaso en el fallo del otro que no soy yo. Así no se soluciona nada.

JS

22 de enero de 2018

Motivar: según el sapo, la pedrada.



Platicaba con uno que me preguntaba cómo mover voluntades. Atino a decirle que según el sapo la pedrada:

  • Nadie puede hacerlo.
  • Si alguien puede hacerlo, eres tú.
  • Necesito ayuda para poder hacerlo.
  • Cuento contigo para hacerlo.
  • Necesita hacerse de una manera sin precedentes.
  • Nadie ha podido averiguar cómo hacerlo de la mejor manera.
  • Si lo haces, a la larga tendrás estos beneficios.
  • Si no lo haces tú, no lo hará nadie.
  • Si lo haces, inmediatamente tendrás estos beneficios.
  • Tu madre, a quién tanto amas, necesita que lo hagas.
  • Necesito tu aportación para ayudar a hacerlo.
  • Si lo haces, todos quedarán muy impresionados.
  • Sólo los más creativos son capaces de hacerlo.
  • Todos los demás lo están haciendo, pero mal.
  • Hay una manera más fácil de hacerlo.
  • Sólo tú eres capaz de hacerlo.


Inserte lo  que más convenga donde hay cursivas.

13 de diciembre de 2017

Documentando la vida (y la muerte) para el New York Times



La última vez que escribí una recomendación de vídeo recibí el mayor número de comentarios e interacciones con las cosas que publico aquí, así que repito la fórmula. 


Obit es un documental de obituarios. Pero no unos obituarios cualesquiera. Los Obituarios, así con mayúsculas. Los del New York Times.  El tema puede conmigo por deformación profesional. Y vale decir que estos tipos que aparecen en la película sí son los grandes escritores que siempre sospeché que eran. Me dio gusto ver a uno sufrir con el proceso de creación de un lead, y a otro empezar a construir y defender un argumento de por qué tal cosa debería ser dicha así o asá. Con prisa y con calma a la vez. Escritores escritores. De los de verdad.


Y periodistas serios que tienen una oportunidad única: escribir una cantidad determinada de palabras sobre la vida de alguien, todos los días, durante 7 horas.  Iluminó mucho el proceso de recogida de información para hacer un obituario. Satisfizo una vieja curiosidad morbosa. ¿Cómo hablas con la hija, el esposo, la viuda... recién se murió su ser querido para sustraerle las hechos que constituyen la historia de su vida?

Me gusta el ritmo de la película. Es lo suficientemente ágil para enganchar pero no vertiginosa como para marear. Tiene algunos silencios muy elocuentes que sintonizan con las perspectivas de estos periodistas sobre lo que vale la pena destacar de la vida y la muerte de alguien. También aluza bien sobre nuestra civilización y el papel del periodista. Alimenta sin hastiar y me dejó buen sabor de boca.

Te muestra la "morgue"  de los archivos del New York Times y eso en sí vale los 93 minutos. Ver al tipo que tiene el trabajo de manejar esa morgue del texto periodístico le da un giro divertido y edificante: no hay orden perfecto y se hace lo que se puede, como todos. Desdice un pelo, de las cabezas escrupulosas, la escena de la bailarina exótica de los cincuentas, aunque más laxitud se ve en los anuncios espectaculares por la ciudad.

A mi me compartió el DVD un generoso amigo. Ustedes la pueden encontrar en iTunes. 



Defensas bajas y multiplicaciones largas

A un año de pandemia ya, me parece importante escribir que el cansancio es un factor importante en el comportamiento. Cuando menos el propio...