6 de octubre de 2014

Limpia, pule y da esplendor

Hay que usar el diccionario en casa. Con frecuencia. Con gusto. Nada importa si es la versión online que vemos desde la tableta o el teléfono inteligente. Una cosa muy buena sería que en la sobremesa los libros ayuden a dilucidar cosas, o que cuenten una historia.

Pero el diccionario va un poco más allá. El uso del diccionario en los niños ayuda a que en sus mentes haya un referente que dirime. Un juez, un árbitro que nos ayuda a ponernos de acuerdo. Porque si lo que yo dije no es lo que quise decir y lo que entiendes es una tercera cosa; el diccionario es nuestro aliado en el afán de entendernos.

Define las palabras para que el sentido que queremos darle a la realidad pueda ser el adecuado. Una herramienta extraordinaria en la formación de personas. Una autoridad útil.

11/5/13

5 de octubre de 2014

¡Foto!



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Te acecho

Y seguramente no sólo yo. Pero sí, sé quién eres. Si no con certeza, con un alto grado de probabilidad. Sé a qué hora leíste esto, desde qué tipo de dispositivo, en qué navegador (¡sé quien usa IE!). Conozco qué visitaste dentro de mi blog. Cuánto tiempo pasaste en él.

Puedo deducir si me leíste completo o si sólo te llamó la atención que había una foto. Sé dónde estás y quién eres. Si se me complica, voy y busco las horas de tus publicaciones de fb y te hallo por la hora. Andabas de redes sociales y dejaste huella.

Hay que echarle algo de deducción pero no es tan difícil. Son contados mis conocidos que están fuera del país. De esos, sé quién está en Madrid, quién en Pamplona y sólo se me ocurren dos que puedan leerme desde Tudela.

Si de plano tu huella digital me dice dónde trabajas, está muy fácil.

Sólo tu estás en Mérida. El que está en Cadereyta, ese si me desconcierta... porque debería estar trabajando.

Ignoro, eso sí, quién me lee en Pachuca Hidalgo y otros que me saltan por ahí en lugares desconocidos.

Me da mucho gusto que se tomen el tiempo, que se pasen por aquí.  Sé quién eres porque todavía no somos demasiados. Ojalá pronto no pueda deducirte porque no te conozco de nada.

JS

2 de octubre de 2014

Confiar es más productivo

No confiar es fuente de desmotivación para el empleado. Y ese es el primer paso para hacer mal el trabajo. El líder que no confía en sus empleados es sólo un jefe.

Desconfiar de tu equipo resultará en que tendrán solamente un empleo y no una carrera profesional. Es decir, no van a crecer, no van a dar el extra, no van a dejarse la piel por la supervivencia y el progreso de la organización.


Trabajarán como autómatas, sin tomar decisiones ni hacerse responsables de las eventualidades que vienen con la realidad de todos los días. Checarán tarjeta de entrada y las horas se les harán eternas hasta que chequen tarjeta de salida. 

Confiar en el equipo es darle sol, agua y tierra a una planta: verla crecer. Contar con más personas en caso de emergencias, más ideas en caso de crisis y más brazos cuando el andar se hace tortuoso y el peso insoportable.

Tener un equipo en quien confías es, sin duda, más productivo.

Nov/13

Sin título